Soy una mujer en mis treintas que no mantiene en secreto sus preferencias adolescentes en lo que a la moda, la música y la creatividad se refiere. Soy parte de una generación millennial que convirtió a jóvenes artistas como Britney Spears, Christina Aguilera y Destiny’s Child en íconos culturales de finales de los noventa. La moda que usábamos en secundaria es vista por los iniciadores de tendencias de la Generación Z como nostálgica, y nuestros tableros de Pinterest y nuestros muros de Instagram están llenos de diseños que nos recuerdan el pasado del gusto que teníamos a los 13 años como las scrunchies, las faldas plisadas, los ganchitos de pelo, los organizadores Caboodles y las Polaroids.
Si bien los artistas creativos que ocupan el espacio mental y el poder económico en la cultura popular han cambiado en cada década, un grupo de agentes que aceleran las avenidas creativas sigue sin ser reconocido y sin gozar de apreciación: las niñas preadolescentes y adolescentes. Una y otra vez las niñas adolescentes de Estados Unidos han influido en la cultura popular occidental a través de su influencia social y su poder económico. La fanaticada de las niñas adolescentes por la música popular es responsable del ascenso meteórico de los Beatles y sus contrapartes contemporáneas One Direction[1] https://pitchfork.com/thepitch/881-pop-music-teenage-girls-and-the-legitimacy-of-fandom/. La literatura para jóvenes adultos con protagonistas femeninas, tales como las sagas de Crepúsculo y Los juegos del hambre, inspiró el surgimientos de franquicias de entretenimiento que generaron varios billones de dólares[2]https://www.insider.com/teenage-girls-influence-popular-culture-2019-11. Y a pesar de eso, con frecuencia se tilda a las niñas adolescentes de frívolas, trilladas y poco serias; y se desestima su poder cultural.
El poder adquisitivo de las niñas adolescentes es serio: en Estados Unidos los preadolescentes y adolescentes nativos digitales de la Generación Z tienen 143 billones de dólares en poder adquisitivo directo[3]https://www.millennialmarketing.com/research-paper/the-power-of-gen-z-influence/#download-popup que usan para consumir moda, comida, experiencias y productos de belleza, electrónicos y de entretenimiento. Las mujeres de la Generación Z gastan anualmente 368 dólares per cápita en productos de belleza. Más de tres cuartos de esa población descubre en Instagram a las marcas y la gente que aman[4] https://www.wgsn.com/assets/marketing/emails/2019/beauty/launch/Beauty_Whitepaper_Digital.pdf y dan forma a su comportamiento, en parte, a partir de lo que ven que otras niñas adolescentes publican en todas las plataformas de redes sociales.
Lo que he aprendido de pasar mi tiempo construyendo un producto junto con mujeres jóvenes de la Generación Z es inspirador y aleccionador. Las mujeres de hoy son multidimensionales. Se identifican como creadoras, artesanas y artistas. Son activistas. Con frecuencia ven al género como una cosa fluida y construida socialmente. Creen que son más creativas que generaciones anteriores y lo demuestran en la forma como decoran sus uñas, manos, cuerpos y pelo.
Estas jóvenes mujeres fueron las adoptantes tempranas y evangelizadoras de Instagram, convirtiéndola en su red social preferida. Esta generación también creció con el smartphone y su cámara integrada que ha democratizado la expresión creativa y ha aumentado la habilidad de cada niña para ver el mundo (y para influir en él). Como resultado, los adolescentes de hoy también cargan con el peso de la maldición de la documentación en cámara y en tiempo real de la perfección y la edición de imperfecciones de cada persona.
La Generación Z puede enfrentarse a expectativas de belleza percibida menos realistas que generaciones anteriores. Pero las construcciones de la feminidad y la masculinidad están siendo redefinidas permanentemente, y las niñas de la Generación Z tienen el poder de abogar por la diversidad y la inclusión en la belleza cuando usan sus billeteras digitales y sus cuentas en redes sociales. La belleza ya no se vende principalmente para atraer la mirada masculina, como sucedió en capítulos anteriores de la industria. En cambio, la belleza está fuertemente entretejida con la expresión personal y la individualidad[5] https://www.nytimes.com/2020/08/18/style/what-it-means-to-be-a-gen-z-beauty-brand-today.html. La forma como las mujeres de la Generación Z se pintan las uñas, decoran sus cuerpos con tatuajes o henna o escogen el color de su pelo habla elocuentemente sobre la transformación del maquillaje en una herramienta fundamental de la creatividad[6]https://www.nytimes.com/2020/08/18/style/what-it-means-to-be-a-gen-z-beauty-brand-today.html.
La industria de la belleza está alcanzando a sus consumidores de manera más personal, a demanda y al alcance de sus manos a través de un smartphone. “El creciente interés de las mujeres en productos de belleza coincidió con su nuevo sentido de identidad como consumidoras”[7] Kathy Peiss; Hope in a Jar: The Making of America’s Beauty Culture . Jugar con maquillaje es un rito de pasaje hacia la adultez, uno que ahora es posible descubrir y está influenciado por las redes sociales y las estrellas que las gobiernan. “Uña” está entre las categorías más populares en redes sociales, y las mujeres jóvenes son las consumidoras más activas de productos para uñas donde más del 92% de las niñas preadolescentes y adolescentes usan alguna clase de cosmético para uñas. Las uñas son una categoría que se ubica en la intersección entre la belleza, las artes y artesanías, CTIM (STEM, por sus siglas en inglés) y la tecnología. Por eso inventé Nailbot.
Nailbot es un artefacto conectado para hacer manicuras en casa que imprime instantáneamente en las uñas cualquier foto, emoji o diseño propio. La experiencia del producto está acompañada por una comunidad de creadores de la Generación Z a través de un mercado de arte en una aplicación móvil. Nailbot aprovecha una oportunidad de mercado de 15 millones de dólares, aunque también es un vehículo de impacto tecnológico menos visible. Nuestra comunidad puede aprender diseño digital, aprender cómo se hizo Nailbot a través de nuestros “hacker kits”, y eventualmente crear su propio arte para uñas. Nuestra perspectiva de largo plazo es que nuestra empresa, Preemadonna, encarne a la belleza inteligente tanto en nuestros productos como Nailbot como en nuestros consumidores, quienes se convierten en co-creadores, junto con nosotros, en nuestra comunidad.
Los inversionistas que han financiado el desarrollo de Nailbot reflejan las dinámicas de género de nuestro equipo y los valores de nuestra comunidad, y entienden el problema que estamos intentando resolver. La mayoría se identifican como mujeres y sostienen una convicción personal en el influyente impacto creativo de nuestro público objetivo más involucrado de niñas preadolescentes y adolescentes. Nuestro grupo diverso y colaborativo de inversionistas incluye a Jesse Draper (Halogen Ventures), Angela Tran (Version One Ventures), Helen Greiner (inventora de la Roomba y antigua presidenta de iRobot), el Fondo Spanx de Sara Blakeley, Tara Bosch (fundadora de SmartSweets), Eva Lau (Two Small Fish Ventures),el Fondo Amazon Alexa y otros.
Las niñas adolescentes están aquí para quedarse. Las jóvenes mujeres de hoy van a crecer, pero su poder adquisitivo se mantiene a través de las generaciones, así como su capacidad para influir en la cultura popular a través de sus gustos musicales, sus tendencias de moda y las compras que hacen de productos de belleza. Invertir en la siguiente gran tendencia cultural y creativa significa empoderar a las mujeres jóvenes, co-crear con ellas e invertir en ellas y las categorías que ellas aman. Al hacerlo, podremos reinventar y acelerar a la belleza inteligente, así como nuevas formas de expresión creativa seriamente divertidas.
References
↑1 | https://pitchfork.com/thepitch/881-pop-music-teenage-girls-and-the-legitimacy-of-fandom/ |
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↑2 | https://www.insider.com/teenage-girls-influence-popular-culture-2019-11 |
↑3 | https://www.millennialmarketing.com/research-paper/the-power-of-gen-z-influence/#download-popup |
↑4 | https://www.wgsn.com/assets/marketing/emails/2019/beauty/launch/Beauty_Whitepaper_Digital.pdf |
↑5 | https://www.nytimes.com/2020/08/18/style/what-it-means-to-be-a-gen-z-beauty-brand-today.html |
↑6 | https://www.nytimes.com/2020/08/18/style/what-it-means-to-be-a-gen-z-beauty-brand-today.html |
↑7 | Kathy Peiss; Hope in a Jar: The Making of America’s Beauty Culture |