Innovación de impacto: arquitectura que pone a la gente, el planeta y la rentabilidad en equilibrio

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Un proyecto que fue concebido por amigos universitarios en busca de sentido se convirtió en un proveedor global de arquitectura y educación que crea impacto en tres frentes.

A la hora de fundar una práctica motivada por el impacto resulta crucial mantener un equilibrio casi perfecto entre tres frentes: la gente, el planeta y la rentabilidad. CAUKIN Studio se construyó sobre la premisa de que la arquitectura y la construcción pueden, y deben, darle prioridad a la sustentabilidad ambiental, a la inclusión social y al desarrollo económico mientras  busca de manera activa y se relaciona con socios o proyectos que funcionen como vehículos para crear impacto a través de la arquitectura.

Desde su origen, CAUKIN Studio fue una idea, y luego una empresa, que nació de estos tres elementos. En su condición de estudiantes universitarios, los fundadores tenían una aguda consciencia de las muchas necesidades que, en todo el mundo, podrían suplirse a través de soluciones de diseño innovadoras. El grupo tenía la ambición compartida de completar proyectos significativos y la sensación colectiva de que esta ambición no estaba siendo abordada dentro del esquema de la educación formal. Todo lo que necesitaban era una oportunidad; pero ésta tenía que ser creada.

CAUKIN Studio empezó a explorar, como colectivo, qué podría constituir un proyecto más allá de la consecución, la entrega y la conexión de distintos materiales para construir un espacio. ¿Quién podría aprender del proceso del proyecto? ¿Qué podría enseñarles el proyecto para mejorar sus vidas? ¿Cómo podría un proyecto reunir a la gente, cómo podría ayudar, qué podría resolver?

El pensamiento innovador, la capacidad de reacción y la agilidad fueron cruciales para la supervivencia del estudio desde el principio. A través de los primeros tres proyectos de espacios para el juego exploramos diferentes métodos de financiación, incluyendo el financiamiento colectivo (crowdfunding) y estrategias basadas en donaciones, antes de decidirnos por un camino frugal para poner en marcha la empresa. Esos primeros años de escasez y necesidad nos condujeron a pensar de manera creativa y a innovar en los negocios. Esta mentalidad sigue ocupando un papel central en nuestro modelo de negocio hoy en día y ha sido transmitida de forma orgánica durante seis años de proyectos; desde un grupo de amigos con un interés en común a los clientes precoces que se convirtieron en participantes que pagaban, llegando hasta lograr un reconocimiento internacional como oferentes de cursos para estudiantes en todas partes.

Proyecto de la Escuela primaria Nottage, Gales
Crédito fotográfico: CAUKIN Studio

Cada proyecto de desarrollo internacional es financiado a través de un enfoque casi de empresa conjunta que beneficia a las distintas partes, al mismo tiempo que balancea los frentes de nuestra empresa de la gente, el planeta y el lugar. Los socios sin ánimo de lucro u ONGs pagan una tarifa de diseño reducida por la implementación profesional del proyecto, mientras los estudiantes provenientes de todo el mundo pagan tarifas para participar en un curso educativo práctico, usando el proyecto como un vehículo para el aprendizaje activo. Este compromiso financiero aunado con el proyecto genera sentido de pertenencia y crea un enorme valor agregado: la institución sin ánimo de lucro recibe un proyecto de mucha mayor calidad a un precio que puede pagar, y los estudiantes obtienen una experiencia única que enriquecerá sus carreras.

Eliminar los títulos y los cargos en favor de las funciones y las responsabilidades crea una atmósfera de colaboración para el equipo que conduce a la innovación creativa

Aprovechar la ambición temprana del equipo para impulsar el aprendizaje a través del hacer, así como reconocer nuestras limitaciones y aprender de ellas con experiencia, nos ha llevado a completar 28 proyectos en 12 países diferentes. Estos proyectos han involucrado a más de 6.000 usuarios finales y, a través del proceso educativo in situ, hemos entrenado a cerca de 560 beneficiarios locales y participantes internacionales. Además de generar más de  160,000 libras esterlinas en inversión en infraestructura construida y economías locales, los proyectos realmente han logrado ese balance del impacto en tres frentes que buscamos. Los reportes anuales de impacto, que recogen información de todos nuestros accionistas e incorporan metas tanto cuantitativas como cualitativas, ayudan al monitoreo del impacto logrado en toda la empresa y las áreas de evolución.

A medida que explorábamos distintas metodologías en nuestra práctica y reconocimos a los actores cruciales para el éxito de un proyecto, surgió de manera natural una estructura de proyecto orientada por las partes interesadas. Nuestro modelo de partes interesadas está representado en un círculo de diversos actores, con el proyecto compartido ubicado en el centro. Cada parte ofrece su propio valor al proyecto, ya sea en forma de tiempo, recursos económicos, conocimientos o experticia profesional y, como resultado, se beneficia del proceso.

Proyecto de la Escuela primaria Nottage, Gales
Crédito fotográfico: CAUKIN Studio

Operar proyectos de diseño y construcción a través de la comunicación abierta y honesta marca una diferencia clara con los tradicionales árboles jerárquicos. Eliminar los títulos y los cargos en favor de las funciones y las responsabilidades crea una atmósfera de colaboración para el equipo que conduce a la innovación creativa y al impacto duradero y significativo en diversos niveles.

En este ambiente democrático resulta fácil responder a la pregunta por la responsabilidad en relación con el impacto: la responsabilidad del impacto que logre el proyecto a nivel social, ambiental y económico reposa en los hombros de todas las partes interesadas. Por supuesto, esta es la teoría. En realidad, puesto que el proyecto se ubica en el centro, es llevado y halado en todas las direcciones. Nuestro papel y nuestra potestad en calidad de diseñadores arquitectónicos, por lo tanto, varían desde la facilitación hasta la autoridad y actuamos como una suerte de director de orquesta que agrupa a las partes interesadas y el valor que agregan, nos aseguramos de que todos sean escuchados y comprendidos, y garantizamos que el proyecto se mantenga fiel a sus intenciones de impacto.

Un ejemplo particular de este proceso es la planta de procesamiento de Aceite de Coco Virgen Bula Batiki (VCO), que construimos en la pequeña isla de Batiki en Fiji. Este proyecto de 2019, que desarrollamos con un equipo de 30 participantes internacionales que trabajaron de la mano con una cooperativa comunitaria, nos presentó enormes retos logísticos adicionales a los retos sociales y ambientales que anticipábamos.

Proyecto de la Escuela Evergreen, Zambia
Crédito fotográfico: CAUKIN Studio

Las partes interesadas en el proyecto incluían a dos ministerios gubernamentales, la junta directiva de la cooperativa, miembros locales del pueblo, participantes internacionales e ingenieros que trabajaban pro bono, lo cual implicó que tuvimos que balancear sus muchas voces. Este proyecto nos dio grandes enseñanzas a la hora de manejar problemas inesperados para convertirlos, colectivamente, en oportunidades. Los problemas se convirtieron en oportunidades para colaborar, aprender y crear juntos. Éstos incluyeron una logística esporádica y poco confiable, falta de comunicación al respecto de las especificaciones de los productos, al igual que la necesidad de recurrir a estrategias de construcción manual debido a la falta de infraestructura. Nos impulsaron a aprender habilidades nuevas, tales como construir un Bure Fiyiano tradicional hecho de madera del bosque (una habilidad casi extinta que solamente conocen los mayores del pueblo), mezclar el concreto a mano y en equipo y retechar toda una casa del pueblo cuando nos llegó el hierro incorrecto para construir el techo. Todos estos son ejemplos de innovación motivada por el impacto, posible solamente gracias a una práctica ágil, el balance en el proyecto y la apertura de todas las partes interesadas.

Proyecto de la escuela Ranwas, Vanuatu
Crédito fotográfico: CAUKIN Studio

Hemos visto evolucionar en todo el mundo y más de 28 veces la estrategia de creación de impacto en tres frentes de nuestra empresa a través del proceso de construcción. El modelo ha progresado con rapidez a lo largo de los últimos cinco años con cada proyecto en el que nos hemos embarcado. Trabajar en más proyectos en contextos desarrollados, desde las instalaciones de un centro médico para la salud mental en el centro de Londres hasta talleres de inclusión con escuelas primarias en el sur de Gales, estamos empezando a ser testigos de la importante transferencia de muchas de estas ideas.

Creemos que es posible crear impacto en cualquiera y en todos los proyectos arquitectónicos, ya sea al educar y entrenar a 50 hombres y mujeres más, recortar las emisiones de carbono de nuestros proyectos o incrementando la accesibilidad a través de nuestras metodologías de implementación. Nos motiva aunar a las partes interesadas en el proceso de cuestionar el diseño y construir los proyectos más allá del producto final construido, sin importar cuáles sean el presupuesto o las especificaciones. Una vez logremos esto universalmente podremos empezar a crear impacto en cualquier contexto.

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