La base de la economía creativa está en el conocimiento y el talento. En Colombia, de acuerdo con las cifras del Departamento Nacional de Estadística (DANE), el aporte de la Economía Naranja al PIB nacional es del 3.2% y en términos de empleo genera casi 600 000 puestos de trabajo. Sin embargo, con la llegada del Covid-19, las actividades creativas enfrentaron quizá uno de los peores panoramas entre todos los sectores.
A principios de la década de los 2000 Bancóldex inició un proceso de transformación. Pasó de ser el Banco de Comercio Exterior a ser el Banco de Desarrollo para el crecimiento empresarial en Colombia, apalancando empresas en todas las regiones del país, de todos los sectores y tamaños. Ha sido muy activo en su operación con crédito de redescuento y en la búsqueda de otros mecanismos financieros (como los fondos de capital privado, la emisión de bonos y recientemente el crédito directo) que respondan a las prioridades del gobierno y a las necesidades de los empresarios. Estos mecanismos han sido y seguirán siendo utilizados para darle un mayor dinamismo a la economía naranja, compuesta en Colombia por 103 actividades económicas (CIIU).
Desde agosto de 2018 el Banco se fijó el propósito de conectarse, entender y fortalecer el acceso al financiamiento de las industrias creativas y culturales. Para esto creó una nueva unidad de negocio dentro del Banco, nombró a un líder para su dirección y diseñó una estrategia integral de largo plazo, con cuatro líneas de acción principales para impulsar a las industrias creativas y culturales. En su condición de banco de desarrollo ha sido pionero y ha consolidado programas de crédito para el sector empresarial que han demostrado impactos significativos para los empresarios colombianos.
Con el diseño y la estructuración de la estrategia naranja, Bancóldex destaca la importancia del sector creativo y cultural para el crecimiento y el desarrollo del país. Asimismo, en calidad de banco público de desarrollo que mitiga las fallas de mercado en financiamiento que enfrentan los empresarios del país, esta apuesta promueve el emprendimiento y genera valor económico.
Para cumplir con este propósito, el banco ha buscado no solo entender a las industrias creativas y culturales al apalancar su conocimiento sobre sectores creativos ya conocidos (como algunas empresas textiles y de confecciones), sino también profundizar en el aprendizaje de sectores más lejanos del comercio y más cercanos a la cultura como lo son las artes escénicas, el cine y la fotografía. En esta aspiración, el banco ha recibido el acompañamiento de grandes aliados que con su experiencia, perspectiva y orientación han robustecido y engrandecido el enfoque naranja y nos han exigido ser cada vez más innovadores y propositivos.
Desde hace más de diez años, Bancóldex ha sido emisor de bonos especiales o etiquetados en el mercado público de valores. Estos bonos tienen como objetivo primordial vincular al sector privado en la financiación del desarrollo sostenible del país, ya que les permite a los inversionistas tener beneficios de rentabilidad a un bajo riesgo y ser partícipes del mejoramiento productivo, económico y social.
Con la experiencia de la emisión de los bonos sociales y verdes, Bancoldex realizó a finales del 2018 la primera (y hasta el momento la única) emisión de bonos naranja del mundo bajo la premisa de apoyar al desarrollo del sector creativo, maximizar su impacto económico e incidir en el fortalecimiento de las industrias creativas.
Uno de los mayores retos en la concepción y puesta en marcha de los bonos fue el poco conocimiento, información y entendimiento que se tenía sobre la economía naranja en el país. En este aspecto fue clave haber recibido el acompañamiento del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, así como el papel de la Superintendencia Financiera de Colombia y el respaldo que recibimos en la supervisión de Deloitte en calidad de tercero.
Como resultado de este ejercicio, en noviembre de 2018 se logró una colocación aproximada de 125 000 USD a 103 inversionistas con una sobredemanda de 2.9 veces el valor ofertado inicialmente. Este efecto fue una primera muestra del interés y la confianza que se generó en el mercado de capitales. En menos de un año (para agosto de 2019) el 100% de los recursos ya se habían colocado. Lo anterior significó un impulso a la oferta financiera para las industrias creativas y culturales y fue una contribución significativa de Bancóldex a la política nacional de promoción a la economía naranja.
En el tercer y último reporte de los bonos naranja con corte a agosto de 2021, se destaca que se realizaron 4 071 operaciones de crédito, de las cuales el 98% están concentradas en Mipymes ubicadas en los 32 departamentos del país.
Los Bonos Naranja se convirtieron en un mensaje positivo de apoyo, respaldo y credibilidad hacia una industria que tradicionalmente no es atendida por el sistema financiero. Por eso sirve como una herramienta de financiación innovadora, como un instrumento que complementa y se alinea con la política pública en cabeza de un banco de desarrollo que le apostó, creó y creyó en la creatividad y el talento.