El arte como catalizador del cambio

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El activismo climático creativo es necesario y emocionante y, cuando se financia adecuadamente, puede llegar a nuevas audiencias y dejar un legado poderoso.

Durante los últimos dos años, he centrado mi trabajo como artista en la emergencia climática , esencialmente conectando las artes con el activismo climático. Algo muy intrigante ha sucedido durante este periodo de tiempo. He descubierto que mi motivación para seguir trabajando en las artes ha aumentado exponencialmente. Además, he encontrado que hay un público que clama por más arte relacionado directamente con el clima. La música popular y el arte deben reflejar los tiempos en que se producen. Mientras observamos el aumento de las temperaturas, las inundaciones y la furia de los incendios, ¿qué artista podría ignorar lo que está sucediendo si goza de suficiente conciencia artística? En la otra cara de la moneda, creo que los museos, galerías, curadores y otras instituciones culturales deberían ser conscientes, invertir y apoyar a los artistas que buscan resaltar nuestra emergencia climática.

Durante este corto período de tiempo, he logrado usar mi arte como parte de una instalación de MoMA PS1 x Slow Factory, The revolution is a school, en Nueva York; aparecer en Clearing the Air, un documental de la estación Radio 4 de la BBC; aparecer en la serie de YouTube Originals Seat At The Table junto con Sir David Attenborough y el presidente Barack Obama; crear una nueva pieza sonora para el Serpentine Pavillion de Theaster Gates, Black Chapel; llevar a cabo LIVE + BREATHE, una campaña comunitaria de arte y contaminación del aire en dos de los barrios más densamente poblados de Londres; componer una nueva pieza, Capes For Blue Skiespara la Orquesta Philharmonia de Londres, mezclada en Abbey Road Studios; y, el Día de la Tierra 2022, crear y dirigir un performance con un elenco totalmente negro para Love Ssega’s HOME-Zero dentro de las tres salas más grandes de la Galería Nacional de Londres. Si este tipo de carrera le parece emocionante, siga leyendo para saber por qué creo que el activismo climático creativo es un esfuerzo necesario y emocionante.

El poder de las artes radica en su capacidad para invocar una reacción; o, en otras palabras, para activar una emoción. Por lo tanto, ¿qué artista no es un activista?

El poder de las artes radica en su capacidad para invocar una reacción; o, en otras palabras, para activar una emoción. Por lo tanto, ¿qué artista no es un activista? Al comienzo de la pandemia, una comisión de Season For Change, co-dirigida por las organizaciones artísticas británicas Julie ‘s Bicycle y Artsadmin, me dio la oportunidad de usar mis composiciones musicales para abordar un tema de injusticia racial y climática. Mi proyecto Airs of the South Circular se centró en los efectos tóxicos de la contaminación del aire en la comunidad negra de mi distrito de Lewisham en el sur de Londres. Una canción que escribí, Our World (Fight For Air), primero apareció en la programación de los medios locales y luego hizo parte de la presentación de COP26 en Glasgow en 2021 como parte del programa oficial de la ONU… nada mal para una canción sobre la contaminación del aire. Esto es lo que sucede cuando la inversión está encaminada a permitir que los artistas hagan el arte que quieren hacer.

La National Gallery tiene una de las fachadas más emblemáticas de Londres. Domina el lado norte de Trafalgar Square en el corazón de la capital, a corta distancia tanto del Palacio de Buckingham como de las Casas del Parlamento. Nesta y National Gallery X (una colaboración entre la National Gallery y el King’s College de Londres) lanzaron una convocatoria para una comisión, HOME-Zero, que buscaba emplear el arte para poner en marcha el cambio. El artista ganador trabajaría con la famosa colección de la National Gallery para iniciar una conversación pública sobre la relación entre las emisiones de los hogares y el cambio climático; un tema importante, dado que las emisiones de los hogares representan una quinta parte de todas las emisiones del Reino Unido y, sin embargo, la conciencia pública es incluso menor que para cuestiones como la contaminación del aire.

Love Ssega’s HOME-Zero en la National Gallery de Londres Crédito de la foto: Sophie Harbinson
Love Ssega’s HOME-Zero en la National Gallery de Londres Crédito de la foto: Sophie Harbinson

Este fue un encargo bastante específico; sin embargo, para un artista, el desafío es parte de la atracción. El proyecto también venía con un estipendio un poco superior a las £ 40 000, lo que significaba que se podía crear una experiencia a gran escala y pagarle adecuadamente a todos los colaboradores y colegas artistas. Parte de mi plan para la comisión ganadora incluyó un taller con personas de color de entre 18 y 35 años de edad en el laboratorio de investigación y desarrollo de National Gallery X. A todos los participantes, principalmente de orígenes minoritarios, se les pagó por su tiempo y sus aportes; un punto clave pero a menudo pasado por alto.

Durante una noche, los participantes del taller escucharon e interactuaron con Lisa Insansa (periodista de Gal-Dem, escritora y especialista en la historia de los movimientos de ocupantes negros ilegales), Abby Jitendra (Citizens Advice), Kennedy Woods Architects y Madeleine Gabriel (directora de la misión Nesta: A Sustainable Future), lo que permitió a todos los grupos aprender unos de otros. Los resultados del taller nutrieron las respuestas creativas y musicales para la presentación de Love Ssega’s HOME-Zero en el corazón de la National Gallery el Día de la Tierra 2022.

Estas consistieron de dos performances con un elenco totalmente negro que incluía a los poetas Kieron Rennie y Solomon O.B., así como a los coreógrafos y bailarines Krystal S. Lowe y Paris Crossley. Compuse una nueva partitura de 30 minutos inspirada en la colección de pinturas de Turner, Caravaggio y Constable de la National Gallery. Los performance tuvieron lugar delante de esta colección, y cada intérprete creó poesía y coreografía originales inspirándose en los resultados del taller. Los dos performances incitaron a que las multitudes más grandes desde antes de la pandemia acudieran a The National Gallery Lates. Se trataba de una multitud enérgica, abierta y diversa de 18 a 35 años, algunos de los cuales estaban entrando en la National Gallery por primera vez, convocados por la causa del activismo climático y el arte.

Un último punto sobre el arte y el activismo es el legado que pueden crear. Como parte de este proyecto, encargué cuatro nuevos instrumentos controlables por MIDI hechos de componentes de calefacción de combustibles fósiles reciclados, tales como radiadores viejos y cilindros de gas. El plan es actuar con ellos junto a los colaboradores Shadwell Ensemble, llevar el mensaje de Love Ssega’s HOME-Zero a nuevas audiencias e incluso escribir e interpretar nuevas obras musicales centradas en reducir las emisiones de los hogares. Nuestro objetivo es llevar los instrumentos, que actualmente están exhibidos en el edificio Nesta, por todo el Reino Unido a festivales de música, auditorios y entornos educativos. Esto es lo que pueden hacer las artes y el activismo climático. Para ver más, simplemente vuélvase inversionista.

Love Ssega’s HOME-Zero en la National Gallery de Londres Crédito de la foto: Sophie Harbinson

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