La creatividad sin propósito es solo vacío

Desplazarse para leer

Una organización que promueve el desarrollo del turismo sostenible en Venezuela está empoderando a las comunidades y transformando vidas.

La lección que hemos aprendido de la pandemia es mucho más profunda de lo que podemos imaginar. Con el pasar de los días, nos comprometemos cada vez más con mirar al rededor y entender que el equilibrio que nos permite seguir vivos es frágil y sutil. Nuestra creatividad y “progreso” desbocados empujaron al planeta al borde del precipicio y fue justo en ese momento cuando el mundo se dio la vuelta, nos miró a los ojos y nos preguntó: ―¿De verdad es así cómo quieres terminar esta historia?

Entonces todo se detuvo. Nos permitimos reflexionar, vimos a la naturaleza viva retomando sus espacios, nos reinventamos una y mil veces, y nos cayó encima todo el peso de la importancia de la sustentabilidad. Entendimos que nuestra creatividad no vale nada si no la conectamos con un propósito, con algo que convierta este mundo en un lugar más justo para todos.

Vivir en Venezuela es ver la creatividad correr por las calles cada día. Esa creatividad toma distintas formas dependiendo de la dirección hacia donde la lleve cada creativo. A veces, sirve el único propósito de sobrellevar las muchas adversidades que se desprenden del día a día en Venezuela, un país donde un tercio de la población padece de seguridad alimentaria, que presenta la inflación más alta del mundo —que cerró en el 2021 con 686,4 %—, y que tiene una diáspora de 5,5 millones de personas. Venezuela es un país donde las personas no tienen los medios para escapar de la pobreza, donde falta combustible, donde faltan políticas públicas eficientes y no existen autoridades coherentes ni servicios básicos.

Este país es como un videojuego en el que cada difícil nivel es seguido por otro aún más retador. Y la verdad es que nos encanta. Es imposible aburrirse; hay que buscar alternativas por doquier y saltar de peldaño en peldaño con la esperanza de que la lava no te salpique. La gran magia que tiene Venezuela es que, cuando piensas que estás a punto de perder todas tus vidas, siempre aparece una nueva salida y, si te esfuerzas lo suficiente, puedes desbloquear un nuevo nivel de posibilidades.

Entendimos que nuestra creatividad no vale nada si no la conectamos con un propósito, con algo que convierta este mundo en un lugar más justo para todos

En Eposak nos sumergimos en algunas de las realidades más absurdas que existen. Vamos a las profundidades de las comunidades rurales que viven los entornos más hermosos y a la vez más hostiles. Despertamos ante montañas mágicas, playas sagradas, sonidos de tambores ancestrales y colores que iluminan caminos y encuentros con culturas únicas. Al mismo tiempo, ayudamos a las personas a enfrentar retos como el crimen, la minería ilegal, la prostitución, la desescolarización, la falta de oportunidades y la tasa de embarazo precoz más alto de Sur América.

Nuestra creatividad se une con nuestro propósito en virtud de cada uno de estos lugares. Porque vemos en ellos armonía a pesar del caos, empuje y ganas de crear mejores realidades. Cada uno de los proyectos que hemos desarrollado en estas comunidades indígenas, campesinas y pesqueras ha traído inmensos retos. Sin importar la naturaleza de los proyectos que estamos ejecutando (infraestructura, turismo musical, energía solar, turismo virtual, deporte, etc.), tenemos que enfrentar una cantidad de retos gigantesca. Nuestro talento para resolver problemas se ha acelerado con cada año que pasa. Ha mejorado con cada nueva comunidad, con cada nueva forma de reinventar el turismo sostenible de estos lugares, con cada viajero que conectamos con esos destinos y regresa a su casa con una sonrisa y un nuevo brillo en los ojos. La satisfacción es inmensa. Nos suma años de vida.

Lo que nos hace diferentes es que no tenemos miedo. Hemos trabajado durante más de una década, sin miedo a la falta de tiempo, a la falta de recursos, a la inestabilidad del país, a la inseguridad, a la incertidumbre. Hasta el momento hemos ejecutado más de 35 proyectos experienciales, ofrecido más de 2 000 horas de capacitación, hemos impactado a nueve comunidades rurales, hemos beneficiado a 3 000 personas de manera directa y a más de 26 000 de manera indirecta, hemos acogido a más de 4 000 viajeros presenciales y virtuales que han viajado con nosotros y, desde mayo de 2020, hemos diseñado y ejecutado más de 35 experiencias en línea.

Hoy podemos contar historias que han transformado vidas, como por ejemplo la de Birongo, una comunidad disgregada azotada por el crimen. Nuestro primer proyecto allí empezó con la agrupación musical juvenil Las estrellas de Birongo. Después de implementar nuestros proyectos Conectando Raíces y Acción Turística, la comunidad entera se ha empoderado de manera visible. Las personas han encontrado espacios para coexistir y resolver sus diferencias. Hoy en día, la agrupación es un símbolo de unión y resiliencia, ha hecho presentaciones a nivel nacional e internacional, ha aparecido en radio y televisión, cuenta con redes sociales, un videoclip profesional, y ha incitado a que muchos nuevos turistas visiten Birongo. En la actualidad, allí se construye una escuela musical con su nombre, en donde más de 75 niños y artistas reciben clases todos los días y tienen internet satelital para promover la cultura, el turismo y la educación.

Hoy en día trabajamos con nueve comunidades, pero apuntamos a estar en más de 40 en Venezuela y en 50 adicionales en otros países de la región. Y con este trabajo esperamos pronto alcanzar nuestra meta más atrevida: hacer que nuestras experiencias en línea en estas comunidades lleguen a mil millones de turistas virtuales en todo el mundo.

¿Qué tal si la respuesta para el desarrollo sustentable estuviese en encontrar nuestro propósito? Es ese propósito el que potencia nuestra creatividad, el que nos hace ir más allá, el que no nos deja rendirnos.

¡Y qué difícil es encontrar nuestro propósito de vida! Mark Twain decía que los dos días más importantes de tu vida son el día en el que naces y el día en el que descubres por qué. Incluso, antes de encontrar ese propósito, a veces sentimos la tentación de dejar de buscarlo. Porque eso es mucho más cómodo; permitir que el mundo nos lleve y que nuestras vidas de alguna manera sean “vividas”, vacías y carentes de sentido.

Por ahora no podemos decirte cómo, ni dónde encontrar tu propósito. Pero sí podemos invitarte a viajar sustentablemente, conocer lo que hacemos en Eposak, entender cómo el turismo sostenible puede transformar millones de vidas. Porque viajando no solo ayudas a las comunidades, sino también a ti mismo. Muchas veces es en esas experiencias donde nuestra creatividad se despierta y esa energía nos ayuda a seguir viviendo.

¿Qué significa jugar en la ciudad?